Desde que llegué a Madrid he estado demasiado ocupada viviendo: clases, fiestas, turismo, sube, baja.. sin descanso. Y no es que hoy no este viviendo, solo que hoy, por ser festivo aquí, me tomé el día. Mi primer día de calma. Como anoche, con mucho coraje, decidí no salir, me desperté a la una de la tarde, vi mi serie favorita, me volví a dormir, me vi una película, me disque hice comida, otra película. Y así, hasta que anocheció y suspiré sabiendo que la tranquilidad me hace igual de feliz que la locura.
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