martes, 31 de enero de 2012

DÍA 89: sigamos sonriendo



Con la ilusión de quien cree que ha mejorado y busca en una nota la rectificación, abrí la hoja. Sin embargo, no solo no había mejorado, ni el cuatro (sí, de diez) era doloroso, sino que mi tutor un poco de mal humor decía que estaba des-mejorando. Auch. Supongo que se necesita talento para empeorar en vez de mejorar y al parecer, soy de esas pocas que lo tienen. Me quedé un poco sonsa y desmotivada. Sí, otra vez. De esas veces que siento que estoy en el camino equivocado. Que me cuestiono. Que cuestiono lo que estoy haciendo. Lo que quiero hacer. Lo que se supone que sé hacer. Pero luego, me sacudo y me doy cuenta que esas dudas son valiosas. Que es bueno no dar nada por hecho y que no tengo nada garantizado. Y que por eso, por eso me tengo que esforzar. Y a pesar de los tropezones seguir levantandome hasta que pueda caminar derechito y en linea recta. Luego lograr trotar y quien quita, llegar a correr como quien no tiene nadie quien la pare. Ya verán como algún día correré.

lunes, 30 de enero de 2012

DÍA 88: Aquí todo es alegría

A pesar que siempre soy optimista y que los que están a mi alrededor me miran aterrados tratando de descifrar por qué demonios soy tan feliz, esta mañana al abrir los ojos dije "será un día maravilloso". Solo lo presentí. Solo porque quise. Solo porque sí. Y bueno, todo el día hice chistes. Todo el día sonreí. Disfrute todo el día y todo el día me disfruto a mi. Y sí que me disfrutó. Y sí que me dejé disfrutar.
Cuando recibí una invitación de otro mundo para este fin de semana pensé que esa era la razón de mi buena onda y de mis presentimientos y sonreí y me alegró de sobre manera y no lo podía creer. Pero luego en la noche, cuando me llamaron haciendome la oferta de mis sueños, las lagrimas de mis ojos salieron y pensé que es que la vida es demasiado buena onda y que vale la pena soñar y ser feliz y alegrar a la gente. Porque la vida, la vida lo paga. Así que aquí todo ha sido alegría y aquí, salga o no todo bien, todo seguirá siendo alegría.

domingo, 29 de enero de 2012

DÍA 86 y 87: ¿fuimos o no fuimos?

No tengo ninguna prueba de que me fui de paseo. Pero me fui. Y todo porque con sus ojitos soñadores y su voz ronca, mi ángel español se me acercó y me dijo "nos vamos de paseo para complacerte, princesa" y así fue. Lo coordinó todo ella solita para verme feliz. Y lo fui. Me esperó en su casa después de clase con un banquete de princesa hecho por ella misma. Así que por andar comiendo tanto salimos tarde, cosa que llevó a que llegáramos a las 10pm al pueblo que lo único hizo fue vernos parrandear. Y claro, si nos acostamos a las 7am por lógica, uno se despierta a las 2pm. Y nada, a las 4 era el bus de regreso. No vi nada pero vi lo que había que ver: a nosotras felices de la vida.

jueves, 26 de enero de 2012

DÍA 85: creo en el realismo magico

Siempre me gustó Garcia Marquez. Pero había olvidado lo sabroso que era leerlo. Voy en el metro y me sumerjo en mi relación con él y le soy completamente fiel al punto que no tengo ojos para los guapos. Me lo devoro letra a letra, hoja a hoja. No quiero llegar a donde sea que vaya para seguir leyendo. Camino lentamente sin cuidado de los demás peatones y carros. No me despego del libro sin importar quedar ciega con tal de no perderme ni una linea. Y sonrío. Y vuelvo a leer. Y le hablo. Y me responde. Y me sorprende. Y le cuestiono cómo es posible tener tanto ingenio en ciertas frases y luego, me sale con una mejor. Me acuesto tarde leyendo y duermo con él al lado, cerquita, a ver si se me pega algo de ese talento. Y nada. Y aunque muchos no crean en esa magia yo sí. A mi me pasan historias increíbles y creo en la magia. Es un buen comienzo.

miércoles, 25 de enero de 2012

DÍA 84: Hala Madrid

Después de mi "aló" emocionado luego de tanto tiempo sin oírlo, sin saludar siquiera se apresuró a decir "te tengo la invitación más rara que jamas te hayan hecho". Y como a mi todo lo que tenga la palabra "raro" me gusta, me emocioné y a lo único que atiné a decir fue "tirala". Así fue cómo me sentí una consentida de la vida hoy cuando me descubrí en el Palacio de los Deportes de Madrid viendo jugar al Real Madrid en la Euroliga de Basket. No soy una amante de los deportes, ni más faltaba. Pero para mi, una invitación de esa índole que de hecho sí resultó una de las más exóticas, tiene mucho valor. ¿Acaso cuándo iba a conocer el palacio de los deportes? ¿Cuándo iba a ver un partido de basket profesional? ¿Cuándo iba a comer pipas, perro caliente y cantar MADRID al mismo tiempo? ¿Cuándo iba a ver a las porristas españolas bailar Danza Kuduro? ¿Cuándo iba a imaginar que tanta gente va a ver basket y lo siente y se lo apropia y le duele y lo anima cantando y lo disfruta? Pues nunca. Pero la vida insiste en que yo disfrute y pues yo disfruto.

martes, 24 de enero de 2012

DÍA 83: mis hadas



El gran día había llegado. Por fin iba a sustentar la tesis y terminaría de una vez por todas con ese karma que fue para mí la universidad. Se me acercó sin poder dejar de mirarme. Tenía los ojitos bonitos, entre tristes y tímidos o entre tranquilos y dulces, como él. No sabía cómo hacerlo o decirlo. Indiferencia o ternura. Rudeza o amor. Pero lo hizo como se dio. Metió la mano en su bolsillo y mientras yo lo miraba desprevenida, dirigía su puño hacia donde yo pudiera verlo. Mientras lo abría y me dejaba ver tres pequeñas muñecas de distintos colores, dijo una de las frases más románticas que jamas haya oído: "como las hadas son las que le conceden los deseos a las princesas, toma, para que te vaya bien". Y así fue. Y así ha sido. Y nunca pensé, ni tampoco él, que estas tres locas irían conmigo a todas partes a EXIGIRME escribir todos los días, a concederme deseos a mi antojo y a llenarme la vida de magia y de increibles cuentos que solo pasan en la vida de una princesa. Llegaron palabras más, palabras menos, a convencerme y a que no se me olvide nunca que no soy princesa, pero sí.


lunes, 23 de enero de 2012

DÍA 82: Si buenas, la bella durmiente?

Le dejé todas mis energías al fin de semana. A mis esperanzas de unos buenos veintisiete. A mi superstición de que lo que empieza bien, terminar bien. A mis ganas de mostrarle al año que me agarró que así debe ser. Y bueno, después de un fin de semana tan sustancioso, no quedaba más que coger fuerzas y volver a empezar. Entre suspiros me quedé en cama recordando cada buen segundo que me regaló la vida el fin de semana. Cada sonrisa bien dada. Cada ánimo. Cada abrazo. Cada todo. Y es que para mi, llena de magia, como reciba mi cumpleaños, es el año. Así que descansé con satisfacción y con la certeza que todo, absolutamente todo el años va a estar más que increíble, de hecho, como mi fin de semana.

domingo, 22 de enero de 2012

DÍA 81: Bday girl

Cumplir años es un lugar común. Cada año sucede y cada año los mismos de toda la vida aprovechan el día para hacerte sentir especial. Uno extraña algunas felicitaciones, espera más de otras y llegan unas nuevas para compensar esos vacíos.

Saberme de veintisiete años me generó distintas emociones. Nostalgia por los años que se han ido. Por los números que aumentan. Por la angustia que produce saber que se reduce la excusa de la juventud para ser irresponsable y hacer estupideces. Por la satisfacción de lo vivido, bien vivido. Por la ansiedad de lo que falta por hacer. Porque sí.

Sin embargo cumplir años por más que sea, nunca es igual. Veintisiete años después aun me emociona cada mensaje, cada regalo, cada palabra, cada buen deseo. Decidí que iba a recibir mi nuevo año feliz como un amuleto para que mis veintisiete sean, todos, cada día, cada minuto y cada segundo, mágicos y llenos de emociones. Y así fue. Recibí mis veintisiete como quien recibe un gran amor.

Ah, y por supuesto, mis chicas me dieron los regalos más lindos del universo. Sí, los de la foto.

sábado, 21 de enero de 2012

DÍA 80: las doce y pa´tras

La idea era esperar las doce e irnos a casa. Pero la noche es quién manda y mientras marcaba el paso, lentamente decidí que iba a recibir los veintisiete con dignidad. Que los iba a esperar con los brazos abiertos y las copas brindando. Que los iba encontrar en un bar con mis chicas especiales para que se sintieran muy bienvenidos. Que los iba a abrazar para que se pusieran cómodos y se quedaran a acompañarme y solo me trajeran felicidad. Así lo hice. A las doce alzamos las copas, me cantaron, me abrazaron y los veintisiete me sonrieron. Empezaron a llegar los mensajes y las llamadas. A las 12:15am entró Cristiano Ronaldo al bar y así, los veintisiete me picaron el ojo. Y con la mejor actitud, la mejor energía, la mejor compañía, una discoteca entera bailando flamenco para mi, un tipo alucinante y con un amanecer, los veintisiete me abrazaron.

jueves, 19 de enero de 2012

DÍA 79: el periodista de periodistas

Pedro José Ramírez Codina, más conocido como Pedro J. Ramírez, es el director del periodico El Mundo, dónde hago mi máster. El Periodista con mayor reconocimiento en España estuvo dandonos clase y "guao" mil veces "guao". Para muchos, "un ser supremo" que mantiene vivo el periodico. Para mi, una inmenensia que en unos mesesillos me dará trabajo.

martes, 17 de enero de 2012

DÍA 78: aysh

SOLO UNA COSA PARA DECIR Y TAMBIÉN SIN FOTO:


ES MI PRIMER DÍA SIN CHOCOLATE.

DÍA 77: Blue Monday

No estuve triste. La verdad es que no. Sin embargo sí sentí el Blue Monday. No entendía qué me pasaba. Me sentía sin sentimientos. Sin la emotividad que me caracteriza cada día. Sin las ganas diarias de tragarme el mundo. Me pesaron las sonrisas. Me innundó el silencio. Pero no era tristeza. Era algo raro, era el Blue Monday.


Blue Monday: "al tercer lunes de enero, fecha designada como “el día más deprimente del año” por Cliff Arnal, investigador de la Universidad de Cardiff (Reino Unido), en 2005. Para llegar a esta conclusion utilizó una fórmula en la que tuvo en cuenta como variables el clima, el salario, las deudas, el tiempo transcurrido desde Navidad, el tiempo transcurrido desde haber fallado en los propósitos de Año Nuevo, la motivación y lo que él denominó la “necesidad de reaccionar”.

domingo, 15 de enero de 2012

DÍA 75 y 76: de fiestas largas

Pues no hay hadas obvio. No las saco de rumba. Vaya ser que se enamoren por ahí y se pierdan. Suficiente conmigo. Con enamorarme y perderme. Amo la fiesta. Pero si uno se queda hasta las 10am dando trapo, es porque la noche no fue suficiente para seguir pasándola bien, así que había que robarse la mañana para continuar en ello. Eramos tres y fue suficiente para ir a cuatro sitios, dos casas y tres restaurantes. Para que un tipo me mandara su numero en una servilleta. Para el vino blanco, para el ginebra, para el whiskey y para la cerveza. Para comer pizza, pastelitos, huevos y café. Para comprarle a una china todas las cervezas que llevaba y que nunca entendió que en la compra iba incluido el carrito. Sí, el de la foto. Carrito que luego paseamos por todo Madrid hasta que lo olvidamos a eso de las 8am, lleno de cerveza, en el taxi. Estuvimos de duelo por la perdida. Mucha noche. Risas en exceso. "Eu si te pego" en abundancia. Locura por todas partes. Algunos suspiros. Poco pero sustancioso dancin´. Una buena, muy buena fiesta y una de las sonrisas más lindas que existen y que no saco de mi cabeza.

jueves, 12 de enero de 2012

DÍA 74: Escriba y escriba

Ayer realmente no me dio la gana de escribir. Y no es que no haya suspirado, claro que sí. Todos los días suspiro, solo que no me dio la gana y lo mejor es que nadie se dio cuenta. Y es que por ratos siento que no he descansado y por eso a veces siento el cuerpo cansado, solo a veces. Lo que no sé es si no he descansado desde que llegué del viaje o desde que llegué de Colombia. Pero no he descansado. Pero eso me hace feliz. Como también me hace feliz haber vuelto a clase y sentirme cansada. Y sentir que cogerle el ritmo al máster luego de semejantes vacaciones no es fácil. Volver a clase es emocionante. El ejercicio práctico diario de escribir un periodico me estresa, me tensiona, me exige. Discusiones, que se borró todo lo hecho, que vamos en portada, que la foto, que acaba de salir una nueva noticia, que faltan diez para la hora del cierre. Cuando termino luego de haber estado bajo tanta presión siento cómo se libera de mi una ráfaga de emociones y presión. Adrenalina de la más interesante que pueda sentir. Por eso suspiro hoy. Por los deliciosos impases que me toca pasar para lograr llegar en lo que se puede, sana y salva, al cierre.

martes, 10 de enero de 2012

DÍA 72: ¿descansar?

Volví con el cuerpo cansado y con el ánimo intacto. Y como siempre, con ganas de más. Volví a mi casa. Volví a mi roomate. Volví a mi cama. Volví a estudiar. Volví a Madrid. Volví a lo que tengo y a lo que no. Volví de lo que siempre había soñado a lo que siempre había soñado. Volví a extrañar a lo único que extraño, o sea, a la cosa más linda de mi vida, hermano. Volví con ganas de descansar pero sin tiempo de eso. Volví a seguir siendo feliz.

lunes, 9 de enero de 2012

DÍA 71: De vuelta


De vuelta en Madrid. Mi Madrid. Llegué con ganas de volver y sin ellas. Quería seguir conociendo. Quería seguir moviendome, caminando, corriendo y esperando con mi alegre maleta. Quería seguir cargando con ella por metros, trenes, calles, carreteras, escaleras eléctricas y agonizando en las no eléctricas. Quería seguir cambiando de hotel con la incertidumbre de cómo sería, lindo o no tanto, si tendría toallas o jabones para llevar. Sentir cada noche la ilusión de qué sería el desayuno, si habría chocolate caliente o para untar en tostadas, jugo de naranja natural o de caja, qué quesos y qué frutas. Quería seguir caminando por horas mapa en mano y sin mapa. Caminando, perdiendome y encontrandome en lugares que valían la perdida. Quería, es más, necesitaba, para morir en paz, pisar esos lugares que siempre había soñado recorrer. Pero que al tenerlos en frente me daba cuenta que nunca en mis sueños fueron tan reales, mágicos y fantasiosos. Nunca en mis sueños un lugar podría erizarme la piel, hincharme el corazón o dejarme sin aliento. Nunca en mis remotas fantasías por alcanzar, me daría felicidad oír y leer en cada esquina diferentes idiomas. TENER, por obligación, que probar desde helados y pastas, hasta creppes de nutella o de jamón, entrecot y mejillones. Sentir la necesidad de conocer todo, -iglesias, monumentos, parques, tiendas, restaurantes, bares, miradores, pinturas, barrios, gente- y no dejar nada para otra ocasión. Nunca en mis sueños y fantasías, el mundo podría tener tanta magia como la que encontré.

Fueron días increíbles en lugares más increíbles. Días en donde cada segundo, cada nueva experiencia, cada paso me hacían sentir afortunada, viva y agradecida. Poder ver, oler, tocar, disfrutar. Por poder estar ahí. Días fríos, otros helados. Días rosados y otros grises. Días de histeria, días de libertad, días de cansancio, días de sabiduría. Días buenos y días no tanto. Días sin paciencia y días de paciencia infinita. Días cargados de lugares y sonrisas de mi corazón. Días que aunque algunos lo intentaron no lograron quitarme la sonrisa ilusionada que traigo y llevo a donde voy.

No quería volver, quería seguir conociendo. Pero volví llenita de historías. Alegrías. Satisfacción. Volví con agradecimiento sincero en mi alma. Orgullosa de mi crianza, de mi fuerza, de mi libertad y de mi mamá. Volví satisfecha de mi inquebrantable sonrisa. Volví coqueta con mi fácil capacidad de maravillarme con todo. Con mi audacia para que con lo mínimo lograr ser feliz. Volví porque había que volver. Volví porque mi historia y mi viaje continua, aquí en Madrid, aquí en El Mundo.

domingo, 8 de enero de 2012

DÍA 70: El último y nos vamos

Volví a Amsterdam y esta vez me gustó más. Disfruté de su sistema de transporte, tan organizado que nunca fuimos capaces de volarnoslo. De su gente amable. De la gente más bonita que vimos a lo largo del viaje. De su historia. De tanta libertad. De la sana convivencia de todos (gays, trabajadoras sexuales, religión, drogas licitas, niños, turistas, gente normal). De las papitas fritas en cada esquina. De los tulipanes. De las tiendas de sexo.
Amsterdam es más que una carita bonita, es el lugar ideal. El sitio donde cada quien es como es, hace lo que quiere y es feliz. Es el lugar donde no existen los señalamientos y la diferencia de gustos no distorsiona la sociedad. En lo personal este lugar es un ejemplo para el mundo, porque sin duda todo funciona y cada uno es más cada uno.

Día 69: Había una vez

Brujas es el lugar más tierno que haya estado. En cada paso me sentía en una película de Disney. Por las torres antiguas pasé por Rapunzel. Por las tiendas de chocolates y dulces llenas de gracia en cada esquina pasé también por Hansel y Gretel. Por los bosques me sentí en Blanca Nieves. Y así, fue cada esquina de Brujas. De un centímetro a otro, paso a otro, la sensación de estar en un lugar mágico e irreal. Así que este lugar del mundo me fascinó, me dejó claro que en el planeta tierra no solo existen de verdad los cuentos de hadas, sino los lugares en donde ellos se desarrollan y así, me dio la certeza de que todo se hace realidad.

jueves, 5 de enero de 2012

DÍA 68: No hay que coger seriedad




Somos colombianos. Obvio. Se nos ve en la pinta. En las risas. En el ánimo. En la picardía. Y bueno, para qué negarlo.
Este video es una buena despedida de Paris. Así transcurrió el viaje: haciendonos los locos y volandonos todos los medios de transporte que tuvimos. Metros y buses. En Italia o Francia. Con ruedas, en agua o sobre rieles. Esto es el reflejo de lo que sucedió siempre. Los primeros -que no salimos-, adelante animando a los más sensatos. De victoriosos a espectadores. De entrada, se ve con claridad la risa victoriosa al lograr la gran "maldad" de José. Sigue el misterio, el disimulo y la estrategia de Mauricio, el segundo, que al lograrlo suelta su sonrisa de triunfo. Y por último, la inocencia de Veronica, ¿lo logrará o no lo logrará? Le tocó. Luego reír y reír y sufrir por los posibles retenes de policías pidiendo los tiquetes. Solo nos lo pidieron el último día y mientras que todos guardaron algún tíquet viejo yo los había botado todos, pero a la única que no se lo pidieron, obvio, fue a mi. Eso debe ser por tanta oración de mi abuela.

miércoles, 4 de enero de 2012

DÍA 67: Y yo qué

Entrar al palacio de Versalles es una buena razón para suspirar. Suspirar de tristeza o algo así. Y cómo no, Luis XIV lo construyó para alejarse de Paris y sus problemas. Solo puedo pensar¿Yo por qué no tengo mi propio palacio?

martes, 3 de enero de 2012

DÍA 66: Be aware that every single day is a new opportunity

Como soy consciente de que cada día es una oportunidad, ¿para qué parar si tengo Paris por delante? Paris, o sea, ¡PARIS!
Callejear diez horas no es suficiente para recorrer los Champs Elysees y picar comida callejera. La foto en el Arco del Triunfo. Ir al Louvre y ver una fila de aquí a Santa Marta y decidir volver más tarde para encontrarlo cerrado. Cantar mientras atravesamos les Tuilleries para llegar a tomarnos un vinito caliente en el barrio latino. Seguir caminando con los zapatos mojados pero contentos hasta oir la misa en frances en NotreDame ¡pero que misa! Luego seguimos y no precisamente en este orden, pero seguimos a saludar a la Madelaine, darnos una vuelta por la Opera y antojarnos de todo y no comprar nada en Lafayette.
Yo sí me lo gozo, como me lo pongan me lo gozo.

domingo, 1 de enero de 2012

DÍA 65: Hola 2012

Ya que el cierre del año fue tan sublime, había que abrirlo igual. Caminando por Montmartre entramos a un restaurante donde cada cocacola que nos tomamos costaba 12.50 euritos del alma. Y como no vimos ese pequeño detalle antes de pedirlas, nos gastamos 100 solo en gaseosa. Había que empezar el año por lo alto ¿no?
Lo lindo de Montmartre y de Mouline Rouge fue adornado por el creppe de nutella más rico de la vida. Ademas, cuando la nutella se acabo el amigo me regaló el tarro para que lo terminara con ganas: untada hasta la nariz.