martes, 31 de enero de 2012
DÍA 89: sigamos sonriendo
lunes, 30 de enero de 2012
DÍA 88: Aquí todo es alegría
domingo, 29 de enero de 2012
DÍA 86 y 87: ¿fuimos o no fuimos?
jueves, 26 de enero de 2012
DÍA 85: creo en el realismo magico
miércoles, 25 de enero de 2012
DÍA 84: Hala Madrid
martes, 24 de enero de 2012
DÍA 83: mis hadas
lunes, 23 de enero de 2012
DÍA 82: Si buenas, la bella durmiente?
domingo, 22 de enero de 2012
DÍA 81: Bday girl
Cumplir años es un lugar común. Cada año sucede y cada año los mismos de toda la vida aprovechan el día para hacerte sentir especial. Uno extraña algunas felicitaciones, espera más de otras y llegan unas nuevas para compensar esos vacíos.
Saberme de veintisiete años me generó distintas emociones. Nostalgia por los años que se han ido. Por los números que aumentan. Por la angustia que produce saber que se reduce la excusa de la juventud para ser irresponsable y hacer estupideces. Por la satisfacción de lo vivido, bien vivido. Por la ansiedad de lo que falta por hacer. Porque sí.
Sin embargo cumplir años por más que sea, nunca es igual. Veintisiete años después aun me emociona cada mensaje, cada regalo, cada palabra, cada buen deseo. Decidí que iba a recibir mi nuevo año feliz como un amuleto para que mis veintisiete sean, todos, cada día, cada minuto y cada segundo, mágicos y llenos de emociones. Y así fue. Recibí mis veintisiete como quien recibe un gran amor.
Ah, y por supuesto, mis chicas me dieron los regalos más lindos del universo. Sí, los de la foto.