lunes, 31 de octubre de 2011

DÍA 8: A lo que vinimos...

Todo el viaje. Todo los ahorros. Todos las energías. Todas las ilusiones, todo, tenían un fin último: este

Hacerme periodista y escribir con más confianza y determinación, para mi, para ustedes. Por esto suspiro. Porque entre sillas, compañeros, profesores, mesas, computadores, un gran periódico, ganas y muchas, muchas letras por escribir y leer diariamente, veo como se hace realidad lo que por tanto tiempo quise.

*Suspiro*

domingo, 30 de octubre de 2011

Día 7: Paseito para el alma

Y como tengo todo para conocer me fui a conocer Toledo. Y suspiro. Claro que es una razón para suspirar. Un pueblito a una hora de Madrid de ochenta y tres mil habitantes, lleno de subidas y bajadas, antiguo y turistas curiosos por todas partes. Lo disfruté: metro, bus, comí, caminé, fotos, sube, baja, cansancio, risas, más risas, amigos, flash, otra que no salí bien, vamos, todavía no, montañas, museo, puente, ahora sí vamos, las hadas, bus, metro, Madrid, cama, cansancio, felicidad: sueño profundo.

*Suspira*

sábado, 29 de octubre de 2011

Día: 6 aquí era y aquí es

Tantos checheres que traje no dan espacio para mi misma en mi habitación, así que me voy a la calle a reconocerme en el territorio donde vivo. Y me reconozco. No me siento extraña, no me siento insegura ni tengo miedo. Es como si algo mío siempre hubiera estado aquí, más de lo que ahora estoy. Suspiro porque en cada paso, en cada respirar, rectifico que aquí tengo que estar.

*Suspira*

viernes, 28 de octubre de 2011

DÍA 5: En sus marcas...



El kilómetro cero de Madrid es el punto de partida de lo que tengo para conocer. Me eriza la piel, me emociona el alma y me despierta entusiasmo, tener claro que estoy en cero y que cada lugar, cada persona, cada sueño, cada comida, cada costumbre, cada todo, me suman vida. Por eso suspiro, porque tengo todo un sitio que estoy descubriendo, por descubrir.

*Suspira*

miércoles, 26 de octubre de 2011

DÍA 4: Jetlag sabrosón

El Jetlag existe y es un sin vergüenza. Pero me hace suspirar. Es la sensación más sureal que pueda sentir. Es estar aquí con el horario de allá. Es querer dormir pero no poder hacerlo por tener una mente alegre que no se detiene. Es querer dormir, porque amo dormir, para despertar rápido y seguir viviendo. Es querer descansar pero al mismo tiempo es pensar que si uno duerme pierde tiempo. Es rectificar que estoy aquí y ni el cambio de horario, ni de comida, ni de agua, ni de gente, ni de lugares, ni de nada, puede con mis felices razones para suspirar.

*Suspira*

martes, 25 de octubre de 2011

Día 3: He llegao´



Solo tengo razones para suspirar. A pesar que no pude dormir en el avión. Que el viaje fue larguisimo. Que la pequeña Sofía de dos años no dejó de llorar. Que tenía dolor de cabeza. Que viajé con Falcao, Perea y Antonio de la Rua y con ninguno me tomé foto y que las maletas se demoraron dos horas en salir, suspiro. Suspiro absolutamente incrédula, todavía, de estar en Madrid. Y es que todo fue excelente. Suspiro por poder leer en el avión el libro que Fernando me llevó al aeropuerto de Colombia. Suspiro por todos esos caballeros que me ayudaron con mi maleta de mano. Suspiro por poder ver las islas del Caribe desde el cielo. Suspiro porque no me demoré ni cinco minutos en inmigración y no me revisaron las maletas como a una colombiana. Suspiro porque el aeropuerto de Barajas, absolutamente perfecto, no se parece al de Santa Marta, ni al de Bogota. Suspiro con locura, porque un guapo me estaba esperando en el aeropuerto para traerme a casa. No me cabe un suspiro.

Si así es el comienzo…

*Suspira*

Día 2: Hasta lueguito dijo Monchito




Y como lo único malo que tiene viajar es empacar Y desempacar, aquí mi maleta de mano rumbo Madrid. Con el único fin de ser desempacada. Suspiro al saber que al tener las maletas listas y rodando, todo, aunque no me lo crea, es un hecho.


*Suspira*

lunes, 24 de octubre de 2011

Día 1: de las despedidas

http://www.youtube.com/watch?v=HhrtFzbg_e4

Odio las despedidas. Con todo mi corazón. Son el momento triste de decir adiós a los que uno quiere en medio de palabras lindas, agradecidas y muy sentidas. Es el momento en el que uno tiene que decir lo importante que fue cada instante, la compañía, el apoyo y todas es cosas decisivas de lo que uno deja. Y por más que uno intente expresar lo que fue, todo se quedará corto. Por eso las odio, en serio que las odio. Son tristes y me dan ganas de llorar. Por eso nos las enfrento y sonrío.

Y claro, la despedida a la que huí me saca suspiros tristes por dejar a los que quise y me quisieron. Y suspiros felices por haberlos tenido. Suspiros, muchos, nostálgicos, pero felices, pues sentir nostalgia en el corazón significa estar muy vivo.

Así que este vídeo fue mi despedida de las chicas que, junto con mi familia, fueron lo más importante durante este tiempo y me tocó, con el video, tratar de reflejar lo importante que fueron aunque obvio, me quedé corta.

*Suspira*

domingo, 23 de octubre de 2011

¿Qué demonios haces PrincesaSamaria?





Siempre hay razones para suspirar, siempre. Aún en aquellos momentos donde el sentido de la existencia se diluye y uno empieza a dejar de sentir la magia de la vida. Por eso, porque siempre hay razones para suspirar y porque sé que para mí va a ser un año donde la vida me dejará sin aliento, yo lo agradeceré, buscando CADA DÍA una razón por la cual suspirar. Así es como, a partir de hoy, buscaré hasta en los días donde se me escondan, 365 razones para suspirar…


*Suspira*