lunes, 12 de marzo de 2012

DÍA 117: Hay odios y el del lunes

Lunes, lunes, lunes. Día caprichoso. Día de su madre. Y es que es el día donde uno tiene que sentar cabeza. Que qué hice mal el fin de semana. Qué si vale la pena seguir por el camino del mal y la sabrosura o tomar medidas e irse por la vía de lo sensato e ideal. Qué cómo fui a hacer semejante estupidez. Qué cómo me enamoré de aquel idiota que ademas se da el lujo de no llamar el LUNES. Y es que los lunes todos deberían llamar y consentirme y decirme que soy lo más lindo que han conocido. Si, sí, así no me gusten. ¡Es que es lunes! y toca enfrentar a la realidad, a la jodida realidad. Que cumplir un horario así no haya podido descansar de tanta fiesta. Que a qué hora se me ocurrió hacer este master si es que a mi nunca me ha gustado estudiar. Mejor dibujo corazoncitos en clase para no pensar. Pero no se dibujar. Que empezar dieta. Que los ánimos están mermados. Que la gente camina y se mira sin ganas de nada. Que me gasté demasiada plata el fin de semana, ¿y ahora?. Que no debí. Que sí debí. Que hay que aprender. Que hay que desaprender. Ay no me jodas la vida lunes de mierda. Tanta realidad me agobia. Pero no la puedo apartar de mi, de mi mente, de mi vida, de mi alma responsable que quiere ser irresponsable. La vida es más difícil los lunes. Enserio: ¿hay algo más inevitable y jodido que los lunes?

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