lunes, 5 de marzo de 2012

DÍA 114: de nunca acabar

Juro que tengo días que son miles en uno solo. Que ir a lo de la visa y no lograr nada. Que ir lo de investigación y tampoco. Que salir a almorzar y pasarla delicioso. Que correr a donde una de mis mejores amigas que yo sentía que me necesitaba pero la verdad es que yo la necesitaba más a ella. Necesitaba con todo el corazón sentarme a oírla mientras las dos nos hacíamos las uñas. Y ahí el día se detuvo. Que sensación más humana. Ella. Yo. Su historia. Ahora era mía. Su dolor, ahora era mio. Sus palabras eran para mi y mis oídos para ella. Su tiempo se detuvo junto a mi. El tiempo que llevaba días buscando darle, se lo di arrebatadamente. Su pitauñas ahora, también era mío. Compartimos sin afán y con afán. Dejamos todo en nuestra manicura. Con los ojos empañados de vez en cuando. Con dolor en el pecho. Fuerza en el alma y sonrisas de las sinceras. Yo solo tenía ganas de eso; de nada. De verla y que fuera dueña del tiempo, del suyo, del mío y del del universo y así fue. Hablo lo que quiso. Cayo lo que le pareció lo mejor. Se quedo cuanto quiso y nos fuimos cuando ordenó. ¡Que gran momento! me sentí aliviada. El alma vino a mi cuerpo. Pero el mundo tenía que volver a moverse y empezó otra vez su cause y siguió dandome lora por ahí hasta las 7 de la mañana. Ya lo sé, días de nunca acabar. Que bonito.

1 comentario:

  1. Todo el día en el trabajo y no he hecho mas que leerte!!!!
    Me encantasssss!!!!!!
    Mañana continuare leyendo! ;)
    Pero tienes este blog un poco abandonado, Quisiera leerte todo los días, aunque leo tu twitter no es lo mismo... Sigueme!!!!
    https://twitter.com/TatianaZF

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