sábado, 2 de junio de 2012

DÍA 155: La mesita de noche

lelo.com
Generalmente uno siempre tiene en la mesita de noche lo que necesita tener a la mano y un par de necedades. Yo soy desordenada. Bastante de hecho y voy acumulando ahí lo que más necesito y se parece a mí: La corona por ejemplo, fue un regalo de mi roomate y la dejo ahí encima de esa lampara que jamas he prendido para recordar que soy disque princesa y no puedo bajar la cabeza porque se me cae -la corona, no la cabeza, obvio-. El San Antonio -de cabeza- también me lo regalaron, así que ahí está porque le tengo fe y sé que pronto hará lo suyo. También hay dos perfumes que me pongo de afán y según el ánimo -aunque prefiero cien veces el Bvlgari sobre el Channel-. Tengo anillos, muchos y extravagantes ya que no uso aretes. Se ve el cargador del Iphone y el del Blackberry, con el Blackberry que llevo más de un mes sin usar. Esa correita marrón de lazo que uso mucho, no sé por qué está ahí, pero ahí esta cómoda. La casita de la Bella Durmiente donde vinieron mis hadas que me cumplen deseos y son la representación visual de mi vida. Y lo mejor, una nueva adquisición: -el artefacto rosa con plateado- EL VIBRADOR LELO, que no podía dejar de ser rosa, obvio. Ahí está y de ahí no se ha movido desde que los de LELO me lo mandaron para que lo probara. Lo probé y me di cuenta que ese debe ser su lugar, la mesita de noche, el lugar donde uno tiene las cosas que más utiliza. 

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