Yo no le tengo nada de cariño a los lunes. Y cuando digo
nada es nada. Realmente nada. Amanezco sin ganas de enfrentar la realidad y de
volver a empezar. Sin ganas de arrancar porque quisiera quedarme en lo reconfortante
de hacer nada. Me siento sin fuerzas para cumplir horario, o para arreglar el
cuarto después de probar cien pintas el fin de semana. Me siento sin animo y
llego a extrañar a mi familia. Veo el lado izquierdo de la cama vacío -otra
vez- y siento como si fuera la rectificación de que siempre estará así.
Inevitablemente me veo gorda, obesa, por los permisos auto concebidos
de comer y beber viernes, sábado y además domingo. Odio los lunes, es la caída
libre en la que uno termina vuelto pedacitos luego de la subida y euforia del fin de
semana. Alguien que se robe mis lunes y me devuelva las ganas de enfrentarlos, ¿mucho pedir?
TE AMO
ResponderEliminarTendrás quién se robe tus lunes cuando regales bien tus viernes y sábados.
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