Es agosto y que mamera y que felicidad. Si, todo al mismo
tiempo. Es aburrido porque lo único que esto quiere decir es que me falta algo
más de dos meses aquí en mi feliz y perfecta vida europea. Que estoy cerquita
de volver a la realidad. Que me toca buscar un trabajo y eso requiere muchas
cosas sobre todo porque yo rozo la línea entre pretensiosa y exigente. O sea
que el famoso trabajo no solo tiene que hacerme feliz, ni pagarme bien sino que
me tiene que hacer feliz, sí otra vez. Y es que yo no quiero nada más en la
vida que estar feliz. En fin, volver es tener muchas más responsabilidades.
Es volver a un país caótico e inseguro. Un lugar dónde la política me causa dolor
verdadero. Donde el trafico es como sacado de una película de terror pero en
últimas es ese sitio a donde supongo, pertenezco. Y me duele volver, bueno no
me duele, me asusta volver y no sé si estoy preparada pero cada día me hago más
la idea. Y así empiezo a cerrar ciclos aquí. Empiezo a dar todo el amor a los
que me rodean para no arrepentirme de no haber dado el suficiente. Empiezo a
hacer cosas que no he hecho. Ir a lugares que TENGO que ir. Levantarme a las 7 y acostarme lo más tarde que puedo. Empecé la etapa de aceptación o resignación, ni sé.
Y es que cuando salió el sol y llegó el verano, yo me terminé de enamorar de
Madrid. En algún momento, no sé cuál, me enamoré de esta estación de mi ciudad
adoptiva. Amo la terrazas. Me fascino con los outfits de la gente. Me sorprendo
cada día con el horario de verano. Y me siento feliz aquí. Muy feliz. Y quisiera quedarme. Y quisiera que fuera un buen momento y hubiera más oportunidades. Pero
empiezo a hacerme la idea de que hay que volver y que eso de quedarme aquí casi
que eternamente, conseguir un amor y tener 5 españolitos no se hizo realidad.
Pero la verdad es que cada día que pasa me duele más dejar esto pero sonrío más
con la idea de volver.
Exactamente lo mismo, pero Viena. Excelente.
ResponderEliminarPrincesa, a donde vayas te seguiremos con el corazón y la razón, a donde vayas harás de esa tierra tu hogar y de los que te rodean tu familia, eres especial y lo sabes, atraes el cariño y la admiración, así que animo, disfruta en grande que esta vida es prestada, vive, sueña y muévete una y otra vez... Es la única forma de saber que estamos vivos... Un abrazo desde el país que te quiere y te extraña, y que se siente feliz de tu felicidad, así no sea en su propia tierra...
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