miércoles, 1 de agosto de 2012

DÍA 177: si, buenas, se metió agosto

Es agosto y que mamera y que felicidad. Si, todo al mismo tiempo. Es aburrido porque lo único que esto quiere decir es que me falta algo más de dos meses aquí en mi feliz y perfecta vida europea. Que estoy cerquita de volver a la realidad. Que me toca buscar un trabajo y eso requiere muchas cosas sobre todo porque yo rozo la línea entre pretensiosa y exigente. O sea que el famoso trabajo no solo tiene que hacerme feliz, ni pagarme bien sino que me tiene que hacer feliz, sí otra vez. Y es que yo no quiero nada más en la vida que estar feliz. En fin, volver es tener muchas más responsabilidades. Es volver a un país caótico e inseguro. Un lugar dónde la política me causa dolor verdadero. Donde el trafico es como sacado de una película de terror pero en últimas es ese sitio a donde supongo, pertenezco. Y me duele volver, bueno no me duele, me asusta volver y no sé si estoy preparada pero cada día me hago más la idea. Y así empiezo a cerrar ciclos aquí. Empiezo a dar todo el amor a los que me rodean para no arrepentirme de no haber dado  el suficiente. Empiezo a hacer cosas que no he hecho. Ir a lugares que TENGO que ir. Levantarme a las 7 y acostarme lo más tarde que puedo. Empecé la etapa de aceptación o resignación, ni sé. Y es que cuando salió el sol y llegó el verano, yo me terminé de enamorar de Madrid. En algún momento, no sé cuál, me enamoré de esta estación de mi ciudad adoptiva. Amo la terrazas. Me fascino con los outfits de la gente. Me sorprendo cada día con el horario de verano. Y me siento feliz aquí. Muy feliz. Y quisiera quedarme. Y quisiera que fuera un buen momento y hubiera más oportunidades. Pero empiezo a hacerme la idea de que hay que volver y que eso de quedarme aquí casi que eternamente, conseguir un amor y tener 5 españolitos no se hizo realidad. Pero la verdad es que cada día que pasa me duele más dejar esto pero sonrío más con la idea de volver.

2 comentarios:

  1. Exactamente lo mismo, pero Viena. Excelente.

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  2. Princesa, a donde vayas te seguiremos con el corazón y la razón, a donde vayas harás de esa tierra tu hogar y de los que te rodean tu familia, eres especial y lo sabes, atraes el cariño y la admiración, así que animo, disfruta en grande que esta vida es prestada, vive, sueña y muévete una y otra vez... Es la única forma de saber que estamos vivos... Un abrazo desde el país que te quiere y te extraña, y que se siente feliz de tu felicidad, así no sea en su propia tierra...

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