viernes, 6 de julio de 2012

DÍA 167: el diploma para la pared de Mamá



Cuando mi mamá me preguntó que si estaba emocionada por mi grado, lo pensé por tres segundos y sentí que no, que no había nada pomposo en mis emociones y que el día se estaba pareciendo a un día cualquiera. Sin embargo, acelerada como ella es, no me dio tiempo de pensar más allá, ni de meditarlo, ni escrudiñar en la profundidad de mis sensibilidades y se auto respondió diciendo "yo, sí". Vale, había alguien emocionado por la obtención de mi diploma y cómo no, la Mamá tendría un nuevo cuadro en casa. Sin embargo entre más se acercaba la hora de ir a recibir el cartón que pone DOÑA CLAUDIA (NO PIENSO REVERLAR AQUÍ LO QUE SIGUE) CARRILLO SANTOS ha realizado el MÁSTER UNIVERSITARIO EN EDICIÓN, PRODUCCIÓN Y NUEVAS TECNOLOGÍAS PERIODÍSTICAS, mis sentimientos empezaban con sus sentimentalismos. 

Fue cuando me senté a esperar a que empezara la ceremonia que asumí realmente lo que estaba sucediendo. Me estaban haciendo entrega oficial no de un titulo, no de la certeza de ser más competitiva en el mercado, no de la certificación de que ahora soy periodista, no, nada de esas cosas, recibiría el símbolo de una serie de decisiones, experiencias y emociones de una etapa definitiva en mi vida. 

Y todo eso empezó a pasar por mi mente. Las imágenes de lo vivido se amontonaban en mi conciencia con afán de protagonismo. Y comencé a conmoverme y me dije "mierda". Poco a poco me acordaba del momento uno, ese que abrió lo que para aquel entonces era una posibilidad. Un poco antes de recibir mi titulo oficial de politóloga ese que antes de recibirlo ya no lo quería y cuando lo recibí y lo rectifiqué; me jodí. 

Ya para ese entonces la creación de PrincesaSamaria.com seguía gestado en mi un movimiento revolucionario propio que me exigía cambios drásticos. Cambiar de profesión, cambiar de país, de círculo social, de lo que se pudiera. Girar y volver a empezar.  Fue así como cada día el crecimiento y la bonita acogida de Princesa Samaria y el lugar en el mundo que éste me daba, la tranquilidad que me generaba, la entrega y el entusiasmo con el que lo hacía, me rectificaba que había que hacer algo.

Pero no era tan fácil, era renunciar a años de estudios, a proyecciones de mi misma, a convicciones de toda la vida, a un perfil profesional que suponía definido. Sin embargo estaba descubriendo algo que me llenaba de vida y en vista de que quería más de eso porque me hacía feliz, había que ir 'a por ello'. 

Fue en ese camino cuando me desorienté. Me perdí. No tuve idea por dónde comenzar ni por donde terminar. Ni cómo, ni cuándo, y peor, con qué. Sabía que tenía que irme de Colombia por una necesidad interna inexplicable que me reclamaba constantemente otro mundo. Sabía que quería escribir. Sabía que no sería fácil, sabía pocas cosas. Y la verdad fue que me tocó esperar. Y a las malas esperé. Y me tocó organizarme y a las malas me organicé. Y no entendía por qué me tocaba esperar y por qué me tocaba organizarme y por qué no era ya cuando yo quería. Y me dolió la vida, y me cuestioné el sentido de está, la razón de mi existencia y mi misión en ella. Y tuve miedo. De la vida, de mi futuro y sobre todo de mi misma. Y pataleé. Y me encerré y la pase mal. 

 Y luego todo por si solo empezó ponerse en orden, a cobrar sentido y a hacerme encajar en el mundo. ¡Y encajaba! Ya sabía el lugar y el por qué, ya tenía mi apoyo y mi certeza y la vida empezaba a darme los con qués. ¡Y me los dio! Pero había que seguir esperando pero empecé a disfrutar de la espera. 

El mientras tanto se hizo chévere y aprendí cosas, asumí responsabilidades y parrandeé como lo sé hacer. Estuve lista para irme y veía cómo mi papá me miraba con ojos de admiración. Él llevaba meses o años oyendo de este plan pero tenía sus reservas que aun siguen en ese estado. Pero entre más real se hacía el plan, más real él me veía. Y me miraba con ojos de admiración y alardeaba ante mi hermano y le decía que aprendiera 'pendejo', que yo estaba logrando todo S-O-L-I-T-A. Y cuando decía solita hablaba de su apoyo económico, pero no estaba sola, tenía su mirada y su sonrisa y sus alardes de mí que era todo el apoyo que necesitaba de él. Y el apoyo de La Mama, la incondicional. Me llenaba de alegría verla abrazarme con un no quiero que te vayas pero vete, pero no te quedes pero quédate. Me rondaba en silencio impaciente aterrada de cómo lo había logrado. -Sigo sin saberlo, Mama-. Pero podía sentir a una madre satisfecha de su deber cumplido, y ese, ese era todo el apoyo que yo necesitaba de ella. Sentir que le cumplía como hija a la berraca que me llevó nueve meses en su barriga y me aguantó la adolescencia de mierda.  

Y me vine oronda. Sin dudarlo, sin lagrimas, sin miedo y sin nostalgia. Sin que me temblara el alma o el corazón. Me vine sin poder creerlo. Así que ese diploma va más allá de las clases. De estar todos los días y todo el día en el master. De la compañera que adoré y a los que quise y a los que me dieron igual y a los que me produjeron ganas de vomitar. El cartón va más allá de la frustración de las malas notas y de sentir que no sabía escribir. De aprender de historia y política Española. De estar estudiar dentro de uno de los mejores periódicos de este país, y de llegar a casa cansada de estudiar para seguir estudiando. El diploma sobre pasa las malas clases y las buenas, poner tildes y tratar de no escribir tan a la colombiana. Escribir para periódico, para web, hacer radio y televisión. Este cartón va más allá de todo esto.

Lo que me entregaron es el símbolo de los viajes que he hecho. De la fortaleza que tuve para seguir mis sueños. De la valentía que es haberlo hecho por mis propios medios, todo, absolutamente TODO. De las amigas que se han vuelto mi eje central aquí. De mis rumbas. De los besos que he dado y de los que no. Del argentino con el que salí y con el que volví a creer en el amor aunque no haya surgido. 

Es la rectificación de que si uno sabe lo que quiere puede conseguirlo, con esfuerzo pero lo consigue. Es el giro de mi vida. Es la independencia que me ha dado. Son las cocinadas, limpiadas de casa, organizada de cuarto y manicuras, que me ha tocado hacerme. Son las letras que escribo y gustan y las que escribo en el master y no gustan. Es estar en la revista en la que yo quería hacer las practicas. Es el suspiro ante la Torre Eiffel, son las visitas, son las lágrimas, es mi sobrino creciendo lejos. Es no tener respuesta al ¿ahora qué?. 

Son las celebraciones por fútbol, Grecia, Málaga, El Bernabeú. Es el verbo flipar y ser más exigente y mucho más exclusiva y jodida en mis relaciones, tanto amorosas, como de amistad. Es haber logrado lo que quería. Es tener una vida feliz. Es la conciencia de que esto es mío, de mi propiedad que yo lo sudé y lo gané y por eso cada instante lo agradezco y lo atesoro y los saboreo y lo vuelvo a agradecer con sinceridad en el alma. Es la rectificación de que hacer planes es una mierda pero saber lo que se quiere y no rendirse con los obstáculos es la clave de un presente feliz. 

Así que se me escurrió una lágrima cuando recibí el famoso diploma y sonreí de satisfacción. Pensé que iba en el camino que era, me sentí orgullosa de mi, de mis decisiones y de mis tropiezos. Quise parrandear y celebrarlo y parrandie y lo celebré. Entendí que era un momento memorable en mi vida y que sí, si estaba emocionada y que sí, el diploma sí merecía estar en la pared de mamá.


8 comentarios:

  1. ¡FELICITACIONES ÍDOLA!
    Eres mi orgullo colombiano en cualquier lugar.
    Benditas sean tus letras, benditas.

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  2. Que bello describes tu duro trabajo! Siempre disfruto leerte. Felicidades por tu diploma Princesa!

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. La vida nunca hace cosas por casualidad, simplemente que algunos no nos enteramos de las grandiosas oportunidades que nos da de vivir y desarrollar los talentos que tenemos. Tú has tenido esa fortuna, la fortuna de ver más allá, de soñar y creer, y dar un paso adelante cuando has puesto una meta que alcanzar, tu alma brilla de fuerza, de amor, de fragilidad y de orgullo, pero más que todo tu alma nació para las letras, para las palabras, para enseñarnos a muchos que el alma se puede mostrar de forma escrita. Todo esto es el resultado de tu talento, el talento de hacerte amar, por lo que eres, por lo que piensas y por lo que escribes. Felicitaciones por ese cartón, que más que en una pared, está escrito en tu corazón. Gracias por ser quien eres!!!
    Un abrazo enorme de todos los que te admiramos.

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  5. Felicidades por ese gran peldaño alcanzado.
    Siempre leo este blog Princesa, sinceramente me encanta. Es tan chévere como usted describe cada cosa que le pase por muy pequeño o grande que sea. Felicidades de nuevo y que se vengan muchas más letras tía.
    @oyemorena

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  6. Dios ha dicho en su palabra “Si tienes dones debes obrar conforme al don recibido y que sean explorados” y tú ya encontraste cual era tu don y muy bien merecido lo tienes "ESCRIBIR Y DARLO A CONOCER" Me alegra saber que tienes tu diploma y no es lo que vale el diploma, es la suma de todos los esfuerzos, sacrificios, luchas, goces, risas, tristezas y todo lo que hallas pasado para lograrlo... te admiro, porque eres de esas personas que van por lo que quieren y por lo que se proponen en la vida, aun así sintiendo miedos, esos miedos que no nos dejan realizarnos, pero tú los vences todos y nos das enseñanzas que si se puede, que con esfuerzo y entrega se LOGRA!!... te adoro mi princesa samaria....

    Pd: TaMoOo♥ @TavitoJimeneZ
    Santa Marta D.T.C.H

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