Cuanta falta le hacia a mi vida un toque de romanticismo:
'Hola,
No sé si me recuerdas, soy el chico lindo que conociste en Pamplona, aquel que no se cansó de besarte toda la noche. En medio de tanta locura y descontrol, tuvimos un momento solo nuestro. Me gustaría verte, invitarte un café o algo así.
Te dejo mi número ###### a ver si te animas.
Besos,
M.'
Y no habían pasado 0,5 segundos cuando yo lo estaba
llamando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario